jueves, 26 de abril de 2007

La vida verde


Primeros buenos días de abril y aparece el verde, en la hierba y en los árboles; y me parece sorprendente, como si lo viera por primera vez, un color nuevo en mis ojos. La ciudad parece distinta. Me fijo más en las fachadas de los edificios, en los juegos entre farolas y semáforos y pasos de cebra; en los puntos de fuga de las avenidas. Me planteo de nuevo pintar la vista del río por la ventana, necesito un cuaderno grande, porque la vista es grande. El río es grande. Me apetece pintar grandes manchas de color. Y tambien darme grandes paseos, mirar al cielo grande. Y tener de sobra. Tener tarde de sobra para pasar leyendo; pared de sobra donde colgar los cuadros; amigos de sobra; hambre de sobra; música de sobra, que no acabe el disco; calles de sobra para recorrer sin pensar a dónde ir.