miércoles, 1 de agosto de 2007

Recorriendo en espiral


..., aturdido buscando bajo la bóveda púrpura. Un bosque de ruidos y sombras y figuras que se desplazan rápidas entre destellos. Estructuras atravesadas le engañan el paso. Ante una puerta, una habitación con una luminosa ventana le invita a quedarse. Huele a la frescura de la mañana. Luego las paredes color siena gritan inmensos silencios y corren a agotar el tiempo. Y se pierde. Y la abandona, volviendo al engaño y la locura más cálidos. Y hace cuentas y decide solo mirar el cielo añil nocturno a través del follaje enmarañado. Y decide que esa es la dirección, hasta que se pierda en el tiempo, aturdido bajo la bóveda púrpura...